01 mayo 2013

hacia un intento de comprensión del que quiere que le quieran

I. si vas a la casa de apuestas, pon el dinero en el no cambio. de entrada, por defecto, gana la inercia. la inercia tiene comprada la entrada buena a la curva. el cambio ha de ganarle a la inercia. la inercia tiene los mismos caballos que el cambio y algunos más. es el peso de la antigüedad, de la Historia, aumentando el rozamiento contra el asfalto. el cambio tiene esa velocidad punta que hace que aquí y allá adelante a la moto de la inercia. el público jalea. el público se vuelve loco porque está con el cambio. son del cambio. porque son como atléticos hartos de perder con madridistas también ellos. adentro suya, la inercia también gana. a los puntos si es boxeo. en la liga si es fútbol. en la clasificación general si son bicis o motos. puede que esos momentos en los que el cambio le gana a la inercia sean tan emocionales que sean los que haga que todo valga la pena. pero si se trata de una apuesta, pon que para que el cambio impere hay que oponer una contra fuerza brutal y sostenida. hay que estar mucho en eso. la contra fuerza ha de ser al menos equipotente.

II. no miro la tele pero me entero por twitter. y reflexiono. un tipo dice que se va porque no lo quieren. que lo odian. bien. hasta ahí, cortando ahí, normal. pero amplío el cómic. miro las páginas de atrás. desde la 1. el tipo, en su conducta, con su conducta, hace todo lo posible para promover un efecto de odio en los demás. el tipo se comporta haciéndose de odiar. él no lo sabe. es un programa inconsciente. inconsciente quiere decir que se descarga a su espalda. el no lo ve. forma parte, lo ejecuta, pero no sabe que lo ejecuta. parece bizarro visto desde fuera. ¿cómo no va a saber que se está haciendo de odiar continuamente? pues no lo sabe. ¿y por qué no se da cuenta? porque no se puede dar. ¿y por qué no se puede dar?

III. si se diese cuenta, si se diese cuenta de que se hace de odiar con su conducta, el tipo tendría que aceptar que yéndose de madrid a londres no soluciona en realidad nada porque aquellos que él ve como que le odian están dentro de su cráneo, no en una sala de prensa que es donde él los pone, y que viajan con él en british airways. tarjeta de embarque para ti solo. lo que te odia a ti que lo llevas en el cráneo no necesita tarjeta de embarque. son beneficiarios.

IV. ¿y por qué querrá que le quieran? ¿por qué eso se ha vuelto tan decisivo como para quedarse o irse? qué le quieran. ¿no hay una cierta discordancia entre el personaje seguro de sí, de piel gruesa, impermeable, inconmovible, curtido en mil batallas, pétreo, autosuficiente y el personaje que toma sus decisiones en función de sí le quieren o no? ¿será que en la superficie se hace de odiar pero que en lo hondo anhela con todas sus fuerzas ser amado? ¿será que la superficie es la inercia y lo hondo el cambio? ¿será que siempre soñó con ser amado hiciera él lo que hiciera? ¿será que soñó con una mamá incondicional que lo querría fuese él niño bueno o niño malo? ¿será a su vez que eso no existe? qué el amor es condicionado. ¿estará entonces atrapado en un imposible? ¿será que tendrá que, dolorosamente, aceptar que no hay esa madre-afición incondicional? ¿será que al renunciar sin amargura a ese amor incondicional e imposible podría abrirle la puerta para siempre gozosamente a un amor condicional pero posible, real, sostenible? ¿será? ¿será que a pesar de todo no deja de ser un Hermano Hombre atrapado en las mismas miserias que nosotros pero con más foco? ¿será?

V. me vuelvo al dietario voluble. enrique vila-matas. mira que lo he leído veces y mira que me apetece, que me sigue apeteciendo porque sigo encontrando. encontrando de lo que me gusta.

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