13 marzo 2012

en la habitación de envejecer

I. ayer hasta las cuatro y media de la madrugada en el cuarto de no dormir, en el cuarto de aceleración brutal de radicales libres esclavizantes. una noche allí computa por dos semanas fijo. así que me he desesperado y luego me he templado y me he acordado de aquella novela de don delillo, creo que es "libra"pero mi edad mental me impide recordar con claridad, en la que habla de "la habitación de envejecer". he pensado que todo el mundo, menos los más movidos de entre nosotros, tiene un cuarto en el que envejece y luego he pensado que estaría bien que nos gustase. que ese cuarto de envejecer nos gustase. también he pensado que es justo lo contrario de esas camas hiperbáricas o de aire enriquecido o como se llamen.

II. en éstas que he pensado en la alta noche que los demás pensarían que estaba yo siempre citando a otros, tomando de otros. luego me he templado y he pensado que no tenía yo evidencia empírica ninguna de lo que pensaban los demás a las cuatro de la mañana en el maldito cuarto éste de morirse. ninguna. así que de lo que sí tenía evidencia empírica es de que se me había ocurrido a mi. lo había pensado yo. en eso podíamos estar todos de acuerdo, hasta los que nunca lo estamos. he pasado a pensar que era entonces no los demás sino una parte mía la que me reprochaba que yo era un parásito literario que vivía a costa de otros. reconocida la parte, esta parte de mi, la he vestido con una bota de guatiné y unas pantuflas en mi imaginación y le he pintado, mientras trataba de seguir reprochándome y riñéndome, un bigote. ya no ha dicho nada más.

III. aprovechando el factor sorpresa y la parálisis temporal que le debo al nuevo bigote que sin duda se borrará, me he acordado de dos cosas. del post de nico abad sobre @paugasol en la katana y de robert walser y se me han juntado las ideas en la cabeza en el pútrido cuarto. decía el post o uno de los comentaristas del blog lo que pasa cuando no te quieren, lo que ocurre adentro tuyo cuando sabes con certeza que alguien te quería y ya no te quiere. me he acordado de robert walser, el escritor con afición por lo modesto, por lo subalterno y su fabuloso libro "jakob von gunten" en el que estudian unos chicos, los chicos del Instituto Benjamenta, que dicen que nunca llegarán a nada. robert (y su álter ego jakob) son felices viviendo en lo que llaman "las regiones inferiores"y he pensado que tal sería pasar a vivir como subalterno y mayordomo de otros y dejar esta estupidez de lo de arriba, de las regiones altas, tan tonto, tan cansino. he pensado que podía mutar de forma y pasar de termómetro vertical a chorro de agua fresca.

IV. luego me he dormido un par de horas finales pero al revés, con la cabeza en los pies, como desobedeciendo a la habitación fea y hostil y blanca. un sueño von gunten.

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