18 noviembre 2011

houellebecq sin spoilers

I. escucho a lo lejos, una gente peleándose por algo. están muy lejos. me sumerjo entre edredones en el universo de houellebecq. esa mirada, lúcida, despiadada, analítica, sobre la vida, sobre el ser humano. el padre, ese padre, lejano siempre, presente ahora, muriéndose. todavía no tiene diagnóstico. por no tener, no tiene ni molestias. pero él sabe, y el hijo sabe, que el muelle del saque del pinball ha sido accionado. que es cuestión de días quizá meses que la bola caiga. que la bola percuta los sistemas de su cuerpo desintegrándolos. la muerte trabaja en silencio. la muerte son hormigas.

II. la mujer es una mujer que ya no se esperaba. una mujer que en principio no parece al alcance. lo está. tenemos un breve romance con ella. hay una brecha, una pausa leve, una distancia lenta, sorda, apenas perceptible. luego, un retorno. pero es tarde. ya no habrá más aquello.

III. la casa es una casa en un lugar remoto, poco glamouroso en teoría. san josé, almería. cork, irlanda. no son casas. son refugios. zulos. búnkers. madrigueras. escondites.

IV. adentro, este hombre descuidado, en pijama, con un mug de café y un cigarrillo que precede a otro, escribe mientras espera la muerte. perplejo de que no haya llegado aún. perplejo. no diría agradecido.

1 comentario:

  1. Anónimo19.11.11

    Y el amor. Houellebecq siempre dice que le produce perplejidad observar en otros la experiencia del amor. Está confundido. Cree que está muerto y cree que él no ama. Pero está vivo

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