31 enero 2011

gaviotas. lhardy.

I. yo estoy hecho para una vida disoluta. una vida de observador, de deambulante desocupado de las calles. pero vivo trabajando 12 horas diarias. es alta traición.


II. el señor de las zapatillas dio en el clavo con el asunto del presupuesto mínimo. ésa es la idea. trabajar lo justo para que te paguen ese mínimo que te permita vivir la vida buena. la vida bien vivida.

III. dice la cuñadita que el oficio es importante porque un oficio te llena mucho la vida. me acuerdo que no había días libres para los parados de los lunes al sol. yo sé que todo esto va de gradientes pero no lo sé explicar.

IV. me dice también que los horteras no son inocuos. que hay que evitarlos porque te contaminan.

V. y también que el problema de un muy buen cocido casero es que necesitas mayordomo para servirlo porque se enfría en nada. por eso, en lhardy se te tira un batallón de tres camareros encima cuando te sirven y luego ya se van. como @borja pardo dice de xavi: toco y me voy, toco y me voy. ese batallón de apocalypse now que se te viene encima con el cocido me ha recordado el otro día en la playa. les preguntaba que por qué es que las gaviotas no se nos lanzan a picarnos en el cráneo. que cómo es eso. que por qué es eso. me dicen que es porque no les gustamos pero yo creo que hay más.

VI. desconfiamos profundamente de los psicólogos que quedan indemnes. de los que no permiten que se reproduzca el conflicto, los conflictos principales, de los pacientes con ellos. de los que no se atreven a mancharse. de los que no se arriman. de los que escurren el bulto del lugar, del ojo del huracán. de los que creen que los problemas de los pacientes vienen de los demás. de los que no les quitan la razón a sus pacientes. de los que no se dejan odiar. de esos. desconfiamos de esos.

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